…los ojos, esas lenguas silenciosas del Amor.
Miguel de Cervantes
En estos tiempos en que mucha gente se plantea buenos propósitos para el nuevo año, sugerimos a quien le pueda interesar que se plantee como objetivo tener una mejor oculesia.
Existe abundante información sobre el funcionamiento del contacto visual (http://en.wikipedia.org/wiki/Eye_contact) entre personas, su importancia en la comunicación social, expresión de sentimientos y emociones, etc. Incluso disponemos de un nombre para describir el estudio de todos estos temas: oculesia (http://en.wikipedia.org/wiki/Oculesics). Por ejemplo, se considera que apartar rápidamente la vista para evitar el contacto visual tal vez sea una respuesta excesiva e inapropiada provocada por el instinto de luchar o volar (http://en.wikipedia.org/wiki/Fight-or-flight_response): mientras la mayoría de las personas usan la comunicación visual correctamente, otras no pueden ejercer esa capacidad y son vistos como extraños en su propio entorno cultural.
No vamos ahora a abundar en estos aspectos, sino que nos centraremos principalmente en presentar ejercicios que pueden ayudar a evitar la respuesta automática que nos lleva a rehuir el contacto visual. Una vez rota esa reacción automática de evitación ya será posible plantearse aprender técnicas específicas de comunicación.
Ejercicios desensibilizantes
En orden de dificultad:
- Mirar a los ojos a presentadoras y presentadores televisivos, como presentadores de programas de noticias o teletienda. El ejercicio más fácil: se puede realizar tanto tiempo como se desee, y usando personas que en una situación real nos podrían causar un gran aturdimiento, ya sea por su autoridad o belleza.
- Mirar a los ojos a azafatas de vuelo cuando dan explicaciones de seguridad. Hay que pensar que las azafatas no nos miran aunque así lo parezca, dado que en realidad miran al vacío sin enfocar realmente la vista en ningún punto: por tanto, ¡fuera miedo!
- Mirar a los ojos a personas que realicen demostraciones comerciales, como aquellas que presentan degustaciones de productos en algunos supermercados. Para estas personas somos potenciales clientes, y serán por definición amables sin escatimar en comunicación no verbal: jamás reaccionaran con un desaire o nos intentaran amedrentar para que bajemos la mirada.
- Mirar a los ojos a dependientes de tiendas, cajeras de supermercados, etc. En este ejercicio se trata de mirar a los ojos tan sólo brevemente y en dos momentos muy precisos: justo cuando esa persona empiece a atendernos y al despedirnos. Es sorprendente ver cómo las personas neurotípicas esperan y buscan esos dos breves contactos visuales de forma automática.
- Mirar a los ojos a personas con las que se tiene una relación breve y estereotipada, como por ejemplo en una visita médica. Ya nos acercamos a situaciones reales, pero el ejercicio lo realizamos con personas que visitan una persona distinta cada pocos minutos, que intentarán seguramente ser amables, infundirnos confianza, y puede ser que usen de forma muy profesional la comunicación no verbal. En realidad, esas personas nos pueden ver de forma bastante despersonalitzada, y no se preocuparán demasiado si nuestra oculesia es un poco extraña.
- Mirar a los ojos a personas desconocidas con las que nos cruzamos cotidianamente. Todas las personas se cruzan en la calle u otros lugares públicos con otras personas, y en esos momentos muchas veces se miran brevemente a los ojos. Esos es normal: lo que queremos es ser capaces en esos encuentros de no apartar la mirada rápidamente como si nos hubiesen descubierto haciendo algo inapropiado. Por ejemplo, muchas mujeres se pintan los ojos de vivos colores para dirigir nuestra atención hacia ellos, y hemos de pensar que se sentirían frustradas si no consiguiesen capturar nuestra atención.
Estos ejercicios pueden no ser convenientes en todo momento o situación, por lo que hay que estar atentos a las reacciones suscitadas para aprender cuando podemos o no ponerlos en práctica.